Óleo sobre tabla 100×70 cm.
La pintura está protagonizada por un primer plano de Nuestra Madre de la Consolación, atrayendo con su expresiva mirada, que extiende al cielo, al expectador. Nada mejor que este maravilloso rostro para anunciar tal efeméride, rostro que resume claramente la advocación de la Imagen y el misterio que representa.
En la parte inferior se sitúan elementos que hacen referencia a la salida extraordinaria; el punto de partida, la Iglesia de la Concepción y el destino la de la procesión, el Convento de Santa María de Gracia. Entre estas dos sedes de la Hermandad aparece Nuestra Madre de la Consolación en el palio de María Santísima de la Esperanza Coronada, brillando por la luz de la candelería en la noche de Huelva, haciendo referencia al momento histórico que vivirá la Hermandad.
Por último, la tipografía se sitúa entre las dos escenas, anunciando con fuerza la celebración que se está realizando. Dentro de la tipografía aparecen dos elementos importantes de la Hermandad, por un lado el escudo y por otro el Santísimo Cristo de la Buena Muerte, que como el otro pilar fundamental de la corporación no puede dejar de aparecer en esta obra que anuncia la salida extraordinaria.
